18.12.07

Altered States. (Estados Alterados). 1980.


Ken Russell




La filosofía siempre ha debatido la realidad del mundo visible y ha planteado el origen de la materia a partir de las ideas puras. Algunos sujetos quisieron acceder a esa realidad alterna a través de la ingesta de drogas; argüían que era el vehículo idóneo porque permitía abstraerse de ese engañoso y terrible mundo material.

El movimiento hippie estuvo totalmente identificado con esa postura. A finales de los años sesenta y principios de los setenta, se glorificaba la droga y no era vista como algo nocivo sino como algo cercano a lo espiritualidad, al menos en los círculos intelectualoides.

Escribe el prócer Octavio Paz en la nota introductoria del libro “Las enseñanzas de Don Juan” de Carlos Castaneda: “Las drogas, las prácticas ascéticas y los ejercicios de meditación no son fines sino medios. Si este medio se vuelve fin, se convierte en agente de destrucción” y agrega “Una vez rota la percepción cotidiana de la realidad, las drogas salen sobrando”.

La película citada es una resaca tardía de estas perspectivas. Fue filmada a principios de los años ochenta aunque está representada unos 12 o 13 años antes. Básicamente, narra la historia de un profesor universitario que se encierra en una suerte de cápsula para aislarse, ensimismarse y llegar a conclusiones científicas. Estas experiencias son profundamente enriquecedoras y le permiten descubrir aspectos de su personalidad totalmente desconocidos. El proceso se repite periódicamente hasta que lo adereza con peyote y otras sustancias alucinógenas.

El doctor viaja al sur donde encuentra chamanes que utilizan sustancias psicotrópicas en sus ancestrales rituales. El viaje es acidísimo y permite que su yo interno se explaye: las imágenes que destila la pantalla son alucinantes, pero tienen una orientación claramente religiosa. En un principio cree que todo es una patraña, pero recolecta una muestra para utilizarla en su encierro personal.

De ahí surgen regresiones que comprenden no sólo su vida sino la historia de la humanidad en su conjunto. El peyote lo proyecta a los orígenes de la raza humana y su incesante uso lo modifica físicamente. La explicación que propone la cinta es que los genes, y en general los átomos, preservan información que se transmite en el eterno devenir de transformaciones que sufre la materia. Recordar es vivir, dicen los cursis.


Cuando escuché su argumento me vinieron a la mente algunas ideas radicales expuestas por Richard Dawkins en su libro "El gen egoísta". Este sujeto cree que varias nociones culturales, como la creencia de Dios (por ejemplo), se impregnan en algunas entidades como los genes y son hereditarias. Esto explicaría el por qué de ciertas creencias universales.

La originalidad de la trama (inspirada en el libro de Paddy Chayefsky) se ve mermada por un lío amoroso. A pesar de que el protagonista siempre ha rehuido a las relaciones humanas, se casa y su devoción por la ciencia hace que la vida marital se deteriore hasta hacerse insostenible. La enamorada esposa no puede aceptar esto y nunca deja de sentirse esperanzada por el futuro de su relación.

El retorno inducido dejó secuelas notorias en la composición física del doctor: habitualmente – y en una situación totalmente paranormal e inverosímil- sufre mutaciones a tal grado que su carne se retuerce y cambia de color. Es como si se hubiera abierto un eslabón entre un antiguo y olvidado mundo y el presente. Ante la inminente partida del protagonista hacia la nada, su mujer se las ingenia para regresarlo al mundo contemporáneo.


Me parece que la narración es bastante fluida y entretenida. El guión entrelaza de manera adecuada la ficción con rasgos netamente antropológicos. Los aspectos visuales están bien logrados y por momentos son demasiado interesantes. La idea central es bastante innovadora y sorprende de tan original. Por otro lado, el final es absurdo e innecesario; su conclusión termina siendo pobre y es una lástima que una historia tan bien llevada hasta ese momento decaiga tan deplorablamente como ésta lo hizo.

6 comentarios:

Javier dijo...

lamentablemente el final disminuye la calidad de esta gran peli, pero no podemos desmerecer lo escencial que nos trasmite, y ver la posibilidad de jugar con nuestros estado de consciencia.
aunque estoy de acuerdo con gran parte de lo que escribes, creo que hay algunos errores que no son menores.
queda explicito que el doc consume amanita muscaria, que son hongos que podemos encontrar en gran parte de sudamerica, y no peyote, que es un cactus, que tiene efectos considerablemente distintos.
de todas maneras altamente recomendable.

aRkHAm AsyLUm dijo...

Hombre, pues parece que sabes mucho sobre plantas y / o alucinógenos. Es interesante conocer la opinión del alguien relacionado con el tema.

En relación directamente a la película, yo la vi por primera vez cuando era muy joven y me impactó notoriamente. Así que decidí retomarla para saber si era la edad o en sí el filme. Creo que es entretenida en términos generales y lo más interesante es que refleja la sabiduría desarrollada milenariamente por muchos pueblos ahora marginados del mundo.

Al recordarlo me dieron ganas de ir a San Luis Potosí a encontrar aquellos ocultos y misteriosos caminos de reveladora introspección...

Unknown dijo...

he visto la pelicula varias veces y cada ves se sienten ñañaras.
el que se haya dopado en grado de verdad sobredoseado entenderá el mensaje, y quien tenga una mujer que lo acompañe en la erizés entenderá el final.

de a poquito ni chingazos, se decia en mis tiempos.

aRkHAm AsyLUm dijo...

..Dichoso tú, que has experimentado en carne propia los estados alterados...

zombie_killer dijo...

Bueno el final también me pareció impactante, recordemos que la mujer en sí ha evolucionado mucho más allá del entendimiento del hombre, vemos como es ella la que regresa de su etapa más sombría del científico y esposo, el mensaje de la película creo yo, es que nos preocupamos más por el de donde venimos que el hacía donde estamos yendo, ahora me gusto lo de la última parte por qué envuelve toda la ideología hippie el "all you need is love" y el "make love not war" una película que va más allá de la ciencia ficción.

René dijo...

Sin duda una opinión interesante y diferente . Saludos