18.11.08

El bebé de Mâcon



Peter Greenaway



En incontables ocasiones se utiliza el calificativo de artístico en una buena cantidad de películas que más bien son el producto de experimentaciones vanguardistas desarrolladas sobre la exhibición de todo tipo de anormalidades.

Al igual que muchos otros directores poco o nada comerciales, Peter Greenaway cree que lo excéntrico es una cualidad deseable pero además tiene la maestría suficiente para complementarlo con diálogos portentosos, abundantes en inteligencia y belleza literaria, tramas complejas, impensables y engañosas, y actuaciones que están sobradas de credibilidad.

El universo creado para esta película es una mixtura extraña de escenarios, roles, vestuarios, personajes o situaciones. La trama central apunta a una suerte de villa inglesa del siglo XVI o XVI donde ha caído la desgracia y la tierra se ha tornado estéril. A partir de un nacimiento milagroso la situación cambia drásticamente y la prosperidad resurge, aunque esto es la percepción del vulgo.

El argumento no es particularmente atractivo, pero la ejecución es soberbia. Ante todo, la manera de desarrollar la trama es bastante confusa: el espectador repentinamente se ve envuelto en una obra de teatro propiamente dicha. Greenaway incluye coro, como a la usanza griega, espectadores, actores tratando de conseguir un papel, diversos tablados sobrepuestos, cambio de vestiduras… se trata de una representación dentro de otra representación donde uno difícilmente puede percibir qué es efectivamente la realidad y los actores parecen contagiarse de ello.

Variados y profundos temas construyen los parlamentos. No es el objetivo hablar sobre Dios, la fe y el escepticismo, por ejemplo, pero las estructuras verbales que los actores profieren tienen una carga filosófica meritoria. También representa una crítica amplia y mordaz hacia el clero por el uso utilitario que da a la enajenación de los fieles. Por último, y como herramienta complementaria, recurre a la violencia, a veces bastante cruda, con la finalidad de sacudir al observador porque fácilmente podría ensimismarse y perderse persiguiendo las ideas expuestas en los constructivos diálogos.

2 comentarios:

RESET reset RESET dijo...

Solo he visto la cinta 8 ½ women de Peter Greenaway y, claro esta, es un realizador rupturista y osado. Tendre que ponerme al dia y buscar otras de sus obras, sobretodo esta que nos recomiendas...!!!

Saludos...!!

aRkHAm AsyLUm dijo...

Efectivamente, es un director sui generis, cercano al histrionismo puro y no muy conocido por la gran masa.

Por otro lado, no he visto la película que citas, pero si es la mitad de buena que esta, debe ser genial.


SaludoXXX!