27.8.07

Sin City. 2006.



Frank Miller, Robert Rodríguez, Quentin Tarantino


Los intentos de adaptar historias del cómic a la pantalla grande han sido sólo eso: intentos, y he de decir que bastante desafortunados. Siguiendo la premisa hollywoodense de crear fenómenos mercadotécnicos, varias cintas han explotado los bolsillos de los incautos. Lamentablemente la vieja fórmula impuesta por "La Guerra de las Galaxias" no muestra indicios de desgaste, al contrario, luce más fuerte que nunca.

Los ejemplos de esta receta, concretamente en el campo de los superhéroes, abundan y sobran: "Æon Flux", "Punisher", "Spiderman", "Superman", "Los Cuatro Fantásticos", "Hulk", "Daredevil", "Elektra", "Gatubela"…la mayoría con éxito considerable en taquilla. Es necesario agregar que la razón del enfoque infantil, últimamente tan frecuente, es netamente económico: así pueden saturar el mercado de su repugnante parafernalia. En contraposición, y desde mi humilde perspectiva, las que medianamente se podrían salvar son la primera producción de Batman (dirigida por Tim Burton) y las dos primeras de X-Men. Casualmente son las que conservan el espíritu de la historia original.

Me estoy desviando de la temática original y de paso me muestro un poco amargado. Sin City es una línea de novelas gráficas creadas a principios de los noventa por el dibujante más confiable del cómic norteamericano: Frank Miller (Autor de "El regreso del Caballero Nocturno", "300"…). Sus páginas relatan las negras y torcidas vidas de los habitantes de Basin City. Asesinatos, prostitución, violencia, canibalismo… tópicos tratados con llaneza y sin asombro, como si fuera lo más natural del mundo. Esta misma dinámica es impresa en la película y más que ser una adaptación o estar basada en la historieta es la transferencia de las viñetas a un formato de 24 por segundo.

El aspecto más destacable es la calidad fotográfica. La película está elaborada en un romántico blanco y negro con ciertos objetos coloreados, para contrastar y llamar la atención a particulares detalles. La técnica utilizada es ultramoderna (la conocidísima "pantalla verde"): los fondos, los autos, la sangre, la lluvia… casi la totalidad de los objetos son virtualmente recreados y todo ello pasa inadvertido. A veces se puede juzgar el hecho de que las superproducciones abusen de las virtudes que la tecnología ofrece dándole prioridad al modo sobre el fondo. Me parece que este no es el caso, la historia misma impone el uso de tales innovaciones pero no está sobresaturarada de ellas; sólo es un recurso más para contar la trama de una mejor manera. En resumen, el lenguaje de la cámara, aunque ficticio, es excelso y pocas veces visto.

Las cuatro historias utilizadas ("Ese miedoso bastardo", "El cliente siempre tiene la razón", "Un duro adiós" y "La gran matanza") son sórdidas y de duración variable. Gran parte de los diálogos redactados para el cómic son transcritos a su equivalente cinematográfico. La copia es fiel al extremo. En general, el argumento es interesante y muy poco convencional. Particularmente el que más me atrajo fue "Ese miedoso bastardo", sin embargo, la película da preferencia a "Un duro adiós", que es la más divertida.

Nunca se debe perder la perspectiva que la fuente de la cinta es el cómic y eso se nota a cada instante. Hay muchos absurdos, ideales recalcitrantes y exageraciones, como en cualquier historieta. No se puede pedir un guión profundo, o confección artística porque sería ilógico hacerlo, tomando en cuenta de donde viene. Es una película especialmente hecha para pasar el rato y no busca trascender en los anales de la historia cinematográfica mundial. Por otro lado, a pesar de lo inverosímil del argumento, las actuaciones son buenas en términos generales.

Frank Miller se da tiempo para actuar y lo hace en papel muy secundario. De Tarantino no sé bien qué hizo, los créditos lo ponen como director invitado o algo así. Debe ser más producto de la hermandad entre él y Rodríguez que otra cosa.

Esta película se disfruta mucho más si a priori se ha leído la novela gráfica, uno puede comparar, sacar conclusiones, juzgar el trabajo de Miller en otro formato (aunque él mismo ya había tenido experiencia en el cine como guionista de Robocop), disfrutarla un poco más en términos generales.


Fue tal su éxito comercial que ya se planea la secuela. Habrá que ver.

Por cierto, ¿Han observado que la cabeza de Nancy Callahan está exhibida en la mazmorra de Marv e instantes después él mismo va a hablar con ella a su casa?...

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