19.9.07

Leaving Las Vegas. (Adiós a Las Vegas). 1995.


Mike Figgis

No sé que tiene de especial, pero me atrae de una manera inexpresable. No puedo dejar de sentir nostalgia y mucha tristeza cuando me acuerdo de ella. En aquel lejano 1995 se escuchaban comentarios favorables por todos lados pero nunca creí prudente acercarme, acaso por la edad. Fue hasta hace cuatro o cinco años que la vi por casualidad en la televisión y desde ese momento retomo la experiencia cada vez que puedo.

La trama parte de un hecho muy simple y muy crudo, seguramente por todos bien conocido: un guionista fracasado pretende embriagarse hasta morir; en su carrera suicida conoce a una prostituta, aficionada a las adicciones de tipo psicológico, de la que irreparablemente se enamora. La vida, en su infinita sabiduría, les presenta a los dos una segunda oportunidad y ellos, en su obstinación y ceguera, la echan a la basura. Es en extremo lamentable y dramático observar como se despilfarra una existencia.

Creo que es la mejor historia de amor que se ha podido ver en el cine. Está tan bien realizada que nunca se cae en la cursilería a la que estamos tan habituados. Contrario a lo que ha sucedido hasta el cansancio, no se crea un guión para glorificar un amor imposible o lleno de dificultades; es todo lo contrario, la mesa está puesta y ellos prefieren seguir con sus vicios porque están profundamente arraigados. A pesar de todo lo que hay en contra, la tan inusual pareja se acepta tal y como es y bastan algunos diálogos para saber que están hechos “el uno para el otro”. Sera quiere tanto a Ben que soporta su repugnante comportamiento y aunque lo cuestiona, sabe que no puede hacer nada. Él por su parte consiente su profesión y aunque le duele profundamente nunca trata de censurarla.

Es efectivamente una historia romántica; totalmente sui generis si se quiere pero muy sentimental. Lo más rescatable es que se deja a un lado el cliché barato y narra las cosas como son en la vida real, duras, complicadas y bastante crueles.

Afirma Ben Sanderson, al explicar la razón de su comportamiento: “No sé si empecé a beber porque mi familia me dejó o si mi familia me dejó porque empecé a beber”. El hecho es que es un sujeto moralmente destrozado y ya no le importa nada, sólo desea un poco de felicidad, la cual es proporcionada por el alcohol. Por eso se dirige a Las Vegas, donde los bares nunca cierran.

Toda ella es un gran complejo de emociones inteligentemente amarradas. La fotografía es memorable, la musicalización es acertadísima y la dirección está impecablemente ejecutada, pero por sobre todas las cosas las actuaciones resplandecen y opacan su entorno. Sin duda, y por mucho, son los papeles mejor representados en la carrera de Nicolas Cage y Elizabeth Shue.

La cinta está basada en la novela autobiográfica de John O’Brien. Este escritor nació en 1960 y en 1990 redactó el libro “Leaving Las Vegas”. En 1994, dos semanas posteriores al inicio del rodaje, se suicidó; contaba con 34 años. Su padre aseguró que la novela era su nota póstuma.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Magnífica película. A mí también me atrae con irrefrenable y misteriosa fuerza. Bellísima. Un saludo amigo.

aRkHAm AsyLUm dijo...

Sí, es demasiado atrayante. Yo creo que la manufactura es tan realista, tan estilizada y en cierta medida tan poética que uno no puede dejar de admirar la realización.

Increíble.

Anonimo dijo...

Mi esposo es victima del alcoholismo, por lo que mi matrimonio termino, y el utiliza en su proceso de muerte aun esta frase "no se si empeze a berber por que mi mujer me dejo o mi mujer me dejo por que empeze a beber", debo decir por experiencia personal, que esa pelicula refleja solo un 60% de lo que es el proceso de muerte de un enfermo de este tipo,el papel de Ben es el de un alcoholico declarado y que se acepta, y por lo consiguiente no daña mas su alrededor, por su parte Sera cubre las necesidades que la gente con este tipo de enfermedad tienen;ambos tienen algo algo en comun, que es la soledad, y como experiencia personal, creo que esta pelicula es la fantasia de todo alcoholico, que alguien los acepte, que nadie les pida que dejen de beber, y si es posible que los mantengan, el amor es irremediable, por que los enfermos de este tipo, no dejan de ser personas con una personalidad, un carisma, y un gran corazon, que desgraciadamente al ser presas de esta enfermedad pierden...

aRkHAm AsyLUm dijo...

Siempre es útil escuchar de viva voz una opinión tan personal porque a veces uno puede presuponer ciertas cosas que no son del todo compatibles con la realidad.
Muchas gracias por compartir tu visión de las cosas.